Autor: Fernando Magallanes, L.C. | Fuente: www.buenas-noticias.org
¿Qué tienen en común una actriz de televisión, una ex modelo o una antigua competidora de patinaje?
Ellas son Karyme Lozano, Amada Rosa Pérez y Kristin Holum. Todas son mujeres jóvenes y bellas. Todas han tenido éxito. Sus futuros eran prometedores: la riqueza asegurada, la fama en la televisión o en la moda, alzarse como punto de referencia y de aclamación de las masas.
Pero, al mismo tiempo, todas ellas se toparon con un suceso que cambió su rumbo. Se encontraron con Dios... y de tal encuentro ha surgido un nuevo estilo de vida que sorprende a cualquiera.
Karyme Lozano, conocida actriz mexicana por su actuación en telenovelas de ese país, se vuelve firme defensora de los verdaderos valores tras la muerte de su padre y la profundización en la fe. De una postura liberal se transforma en propagadora del respeto de toda vida humana, de la familia, del amor verdadero entre un joven y una chica que se demuestra en la castidad.
Junto con Eduardo Verástegui, también famoso actor mexicano, asistirá al Congreso Nacional de Jóvenes Católicos que se realizará en Guatemala. Allí cerca de unos seis mil jóvenes se comprometerán a vivir la castidad como un sí a Dios, según informaba ForumLibertas.comel 26 de febrero de 2010.
Amada Rosa Pérez Pérez, ahora con el nombre de Amada Rosa de Jesús y María ya hace un par de años que dejó las pasarelas de Milán, Miami y Venecia para entregarse de lleno a la oración y apostolado.
Esta mujer se convirtió en una de las modelos más cotizadas de Colombia. ¿Qué le hizo entonces dar este cambio? Una enfermedad que le quitó el 40 por ciento de la capacidad del oído izquierdo. El vacío interior y el deseo de la felicidad le fueron acercando al rosario, a la Virgen María y a Dios.
En una entrevista al diario El Tiempo (21.02.2010) decía: «Me cansé de ser una modelo de superficialidad. Me cansé de un mundo de mentiras, apariencias, falsedad, hipocresía y engaños, una sociedad llena de antivalores, en la que se resalta la violencia, el adulterio, la droga, el alcohol, las peleas, un mundo que exalta las riquezas, los placeres, la inmoralidad sexual y el fraude».
Y ella no sólo se erige en denuncia del mal, sino sobre todo en constructora del bien: «Quiero ser modelo de promoción de la verdadera dignidad de la mujer y no de su utilización comercial».
Por su parte, Kristin Holum hoy es la hermana Catherine. Esta religiosa que pertenece a la comunidad de las Hermanas de la Renovación Franciscana es la hija de una campeona estadounidense de patinaje. Su “aparición” deportiva tuvo lugar en los Juegos Olímpicos de invierno en Nagano. A los diecisiete años ya formaba parte del equipo nacional de patinaje.
Pero ante la fortuna que le sonreía en el mundo deportivo, eligió como camino de vida la entrega a Dios y a los demás. Después de trabajar en Nueva York dedicada a la evangelización y ayuda de los necesitados y encontrar su vocación en una peregrinación a Fátima, Portugal, vive actualmente en el convento de San José en Reino Unido siguiendo la llamada de Dios (cf. Infocatolica.com, 16.02.2010).
La fe cristiana puede vivirse en la época actual porque no es una idea o una teoría. Es el compromiso, el encuentro con una persona. El mayor éxito de todas estas mujeres es haberse encontrado justamente con Dios, con el amor, y haber tomado la decisión de seguirlo -no siempre de manera fácil- ya sea como religiosa, como actriz o activista católica. Un éxito “divino”. Nunca mejor dicho, un éxito fuera de serie. Pues si creemos que Él es Dios, entonces podremos esperar el ciento por uno en esta vida y la vida eterna.
Ellas son Karyme Lozano, Amada Rosa Pérez y Kristin Holum. Todas son mujeres jóvenes y bellas. Todas han tenido éxito. Sus futuros eran prometedores: la riqueza asegurada, la fama en la televisión o en la moda, alzarse como punto de referencia y de aclamación de las masas.
Pero, al mismo tiempo, todas ellas se toparon con un suceso que cambió su rumbo. Se encontraron con Dios... y de tal encuentro ha surgido un nuevo estilo de vida que sorprende a cualquiera.
Karyme Lozano, conocida actriz mexicana por su actuación en telenovelas de ese país, se vuelve firme defensora de los verdaderos valores tras la muerte de su padre y la profundización en la fe. De una postura liberal se transforma en propagadora del respeto de toda vida humana, de la familia, del amor verdadero entre un joven y una chica que se demuestra en la castidad.
Junto con Eduardo Verástegui, también famoso actor mexicano, asistirá al Congreso Nacional de Jóvenes Católicos que se realizará en Guatemala. Allí cerca de unos seis mil jóvenes se comprometerán a vivir la castidad como un sí a Dios, según informaba ForumLibertas.comel 26 de febrero de 2010.
Amada Rosa Pérez Pérez, ahora con el nombre de Amada Rosa de Jesús y María ya hace un par de años que dejó las pasarelas de Milán, Miami y Venecia para entregarse de lleno a la oración y apostolado.
Esta mujer se convirtió en una de las modelos más cotizadas de Colombia. ¿Qué le hizo entonces dar este cambio? Una enfermedad que le quitó el 40 por ciento de la capacidad del oído izquierdo. El vacío interior y el deseo de la felicidad le fueron acercando al rosario, a la Virgen María y a Dios.
En una entrevista al diario El Tiempo (21.02.2010) decía: «Me cansé de ser una modelo de superficialidad. Me cansé de un mundo de mentiras, apariencias, falsedad, hipocresía y engaños, una sociedad llena de antivalores, en la que se resalta la violencia, el adulterio, la droga, el alcohol, las peleas, un mundo que exalta las riquezas, los placeres, la inmoralidad sexual y el fraude».
Y ella no sólo se erige en denuncia del mal, sino sobre todo en constructora del bien: «Quiero ser modelo de promoción de la verdadera dignidad de la mujer y no de su utilización comercial».
Por su parte, Kristin Holum hoy es la hermana Catherine. Esta religiosa que pertenece a la comunidad de las Hermanas de la Renovación Franciscana es la hija de una campeona estadounidense de patinaje. Su “aparición” deportiva tuvo lugar en los Juegos Olímpicos de invierno en Nagano. A los diecisiete años ya formaba parte del equipo nacional de patinaje.
Pero ante la fortuna que le sonreía en el mundo deportivo, eligió como camino de vida la entrega a Dios y a los demás. Después de trabajar en Nueva York dedicada a la evangelización y ayuda de los necesitados y encontrar su vocación en una peregrinación a Fátima, Portugal, vive actualmente en el convento de San José en Reino Unido siguiendo la llamada de Dios (cf. Infocatolica.com, 16.02.2010).
La fe cristiana puede vivirse en la época actual porque no es una idea o una teoría. Es el compromiso, el encuentro con una persona. El mayor éxito de todas estas mujeres es haberse encontrado justamente con Dios, con el amor, y haber tomado la decisión de seguirlo -no siempre de manera fácil- ya sea como religiosa, como actriz o activista católica. Un éxito “divino”. Nunca mejor dicho, un éxito fuera de serie. Pues si creemos que Él es Dios, entonces podremos esperar el ciento por uno en esta vida y la vida eterna.
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