jueves, 26 de agosto de 2010

Infiltran unas falsas conclusiones pro-familia y abstinencia sexual en la cumbre de la ONU

Autor: .Gilberto Pérez | Fuente: Religión en Libertad
Algunos aseguran que las conclusiones anti-vida y anti-familia habrían sido redactadas por los organizadores antes de la Conferencia


a infiltración ayer por la tarde de un documento que defendía la abstinencia sexual y los valores familiares entre los participantes de la Conferencia Mundial de la Juventud promovida por la ONU causó la alarma e indignación de sus organizadores que pidieron deshacerse de él inmediatamente.

Según narra Samantha Singson en un blog de la asociación norteamericana Catholic Family&Human Rights Institute (C-FAM) sobre dicha cumbre que se reúne en México, uno de los organizadores interrumpió un panel durante la plenaria con un «anuncio urgente» para denunciar que un «falso» proyecto de declaración estaba circulando entre los participantes.

«Según los organizadores, el no autorizado documento no refleja los puntos de vista o las discusiones que se están manteniendo. Los organizadores instaron a los participantes que habían recibido el falso documento deshacerse de él para prevenir confusiones antes de que los gobiernos comiencen sus deliberaciones mañana».

«El “ofensivo" documento no oficial incluye disposiciones que establecen la promoción de la "abstinencia sexual" y la promoción de "valores en la familia" porque es "la base fundamental de la sociedad"», relata Singson.

Finalmente señala que «un enfadado representante de la International Planned Parenthood Federation (IPPF) tomó el micrófono para exigir que los organizadores tomen el control de la conferencia y evitar la "infiltración". La IPPF es una de las organizaciones presentes en la cita y es ampliamente conocida por ser la multinacional del aborto más poderosa del mundo.

La Conferencia Mundial de la Juventud
El gobierno de México es el anfitrión de esta Conferencia Mundial sobre la Juventud en León, Guanajuato, México, del 23 al 27 de agosto.

Esta conferencia cuenta con el respaldo de la ONU y el apoyo de varias de sus poderosas agencias, entre las que se encuentran el Fondo de Población de la ONU (UNFPA); el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF); el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP); la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Todas estas agencias han formado parte de la agenda anti-vida de la ONU. Pero ninguna de ellas es tan activamente pro-abortista, tan peligrosa para los niños del mundo que están por nacer como el UNFPA.

Según informa C-FAM, el UNFPA ha pagado hasta los pasajes aéreos de «participantes selectos» de la conferencia en México y dice haber tenido acceso «a un documento elaborado en secreto que se espera que los gobiernos avalen en esta reunión».

«El documento en cuestión apunta directamente al corazón del vínculo padre-hijo. Exige autonomía radical y absoluta para la gente joven, al margen de sus padres. Ni siquiera hace mención de la aborrecida palabra «padre». Se espera que los países miembros de la ONU, incluida la Santa Sede, refrenden este grotesco manifiesto anti-familia», señala.

A juicio de C-FAM, «la conferencia de la ONU es la más grande y peligrosa desde la Conferencia de El Cairo sobre Población en 1994 y la Conferencia de la Mujer de Beijing en 1995. La ONU quiere que el mundo vea que esta conferencia es verdaderamente representativa de los jóvenes de todo el mundo».

«Año Internacional de la Juventud»
La Conferencia Mundial de la Juventud, que se reúne en la ciudad mexicana de León, se desarrolla en el marco del «Año Internacional de la Juventud» (IYY, por sus siglas en inglés).

El 12 de agosto la ONU lanzó oficialmente el IYY. El tema del año es el «Diálogo y el mutuo entendimiento» con una atención especial en la salud y el desarrollo, particularmente los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Sin embargo, algunos observadores temen que la agenda del IYY haya sido tomada por la UNFPA y sus aliados, que están usándolo para promover la educación y servicios en nuevos «derechos» sexuales y reproductivos entre la juventud.
Sigue leyendo

martes, 10 de agosto de 2010

Católicos acomplejados

No somos seguidores de una palabra muerta, sino discípulos del Dios vivo
Autor: Pablo Cabellos Llorente | Fuente: Catholic.net


Ruego disculpas por titular negativamente. Sólo es un intento de recabar la atención del lector. Es negativo, pero existe hoy día un catolicismo vergonzante, poco valiente, trufado de relativismo, deslumbrado por la ciencia experimental que en ocasiones sólo es base de una teoría no demostrada; dudoso de si trata de vivir algo bueno pero aburridísimo; y arrinconado por un laicismo rampante y viejo, aunque expuesto como dogma imprescindible para la convivencia democrática. Algunos han logrado que en bastantes ambientes no se mencione a Dios ni para despedirse, ni se hable de las preguntas fundamentales en torno al hombre -de dónde vengo, adónde voy, el más allá, la muerte, el sentido de la vida-; muchos se han convencido con el pensamiento de que el cristiano no debe imponer sus ideas -cosa bien cierta-, pero aceptan como obligatorias las anticristianas, que acabamos viendo como lo moderno. Desean ser razonables, pero esconden a Dios o lo pretenden con cabida en sus mentes y actuando como ellos decidan. Nos citan a Galileo y nos callan.

Es imposible abarcar lo que nos acompleja; lo escrito anteriormente son unas pinceladas de lo que podríamos llamar el secuestro de Dios incluso en las mentes y vidas cristianas. Somos prisioneros de unos tópicos bien manejados y con algún fundamento en comportamientos inadecuados para un seguidor de Cristo, pero que en modo alguno invalidan su doctrina ni modo de ser. Podríamos preguntarnos qué es ser católico y cómo se debe mostrar; ir a buscar nuestra quintaesencia y no quitarle ni un pelo por más que seamos débiles. Frágiles, sí, pero sabiendo lo que somos y lo que hemos de vivir, aunque hayamos de rectificar en muchas ocasiones.

Como es sabido, las fuentes de lo revelado por Dios al hombre -ahí se contiene lo que somos- son la Sagrada Escritura y la Tradición custodiadas por el Magisterio de la Iglesia. Lo que Dios ha manifestado de Sí mismo, del hombre y de su destino está en esos dos manantiales, con el natural cuidado de la Providencia para evitar interpretaciones de parte o simplemente erradas. Eso es el Magisterio de la Iglesia: la custodia e interpretación del depósito de la fe, como lo llama muy adecuadamente san Pablo. El cristianismo no es una "religión del libro", sino la religión de la Palabra de Dios, "no de un verbo escrito y mudo, sino del Verbo encarnado y vivo", como afirmó san Bernardo.

Volvamos a la pregunta: ¿qué es ser cristiano? Y lo primero que permanece claro es que no somos seguidores de una palabra muerta, sino discípulos del Dios vivo, que por obra del Espíritu Santo son identificados con ese Verbo encarnado, con Cristo, para ser y actuar como hijos de Dios. Escribe san Pablo a los romanos: "los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios". Y poco más adelante añade que la creación espera ansiosa la manifestación de los hijos de Dios. Esto puede no entenderse o no creerse por carecer del don de la fe, pero un cristiano es otro Cristo -un hijo de Dios en Cristo por la fuerza del Espíritu- al que toda la creación espera con dolores de parto -dice gráficamente el Apóstol- hasta ver a Cristo formado y actuando en cada uno, para que, sin complejos, viva con la mayor honradez posible lo que en verdad es, algo no realizable sin la gracia de Dios y sin la libertad humana. Con esta fuerte razón teológica, afirmó el fundador del Opus Dei: "el que no se sabe hijo de Dios, desconoce su verdad más íntima". Ahí radica la identidad cristiana y de ahí deriva nuestro comportamiento apropiado. El mismo san Josemaría indicaba en una entrevista -recogida en "Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer"- que esa verdad de ser hijo de Dios en Cristo ha de penetrar la vida entera, ha de dar sentido al trabajo, al descanso, a la amistad, a la diversión, a todo. "No podemos ser hijos de Dios sólo a ratos, aunque haya unos momentos dedicados a considerarlo, a penetrarnos de ese sentido de nuestra filiación divina, que es la médula de la piedad". Conocer la verdad no quita libertad, la da. La libertad se pierde en la ignorancia.

Si volvemos a las consideraciones iniciales, comprenderemos que no tiene sentido vivir un catolicismo acomplejado; en todo caso, hemos de moderar el buen complejo de superioridad nacido de lo que realmente somos. Pero no por sentirnos más que nadie, sino por experimentar con sencillez la fuerza de saberse y ser hijo del Padre nuestro que está en los cielos, por la identificación con Cristo operada por el Espíritu Santo, cosa que no sucede de ningún modo mágico: se adquiere por el bautismo, se refuerza en la confirmación, se rehace en la confesión sacramental, se alimenta con la Eucaristía, se vive con las luces y el empuje de la oración, y requiere lucha, empeño constante para vivirlo en todo momento. "Hay que ser conscientes de esa raíz divina, que está injertada en nuestra vida, y actuar en consecuencia" (Es Cristo que pasa, n. 60).
Sigue leyendo