miércoles, 25 de noviembre de 2009
sábado, 21 de noviembre de 2009
Mis 80 años de sonrisas y fe
Le ha sonreído a la vida y la vida le sonrió.
Autor: Andrés Ocádiz, L.C. Fuente: www.buenas-noticias.org
Así define Bud Spencer su vida al llegar a su octogésimo cumpleaños. Al mirar hacia atrás observa sus logros, su mujer (¡van a cumplir 50 años de matrimonio!), sus hijos y nietos y sonríe. «Volvería a hacer exactamente todo lo que he hecho», afirma, porque él le ha sonreído a la vida y la vida le sonrió.
Bud Spencer ha sido operario, bibliotecario, secretario en una embajada, campeón de natación y actor, pero siempre con una sonrisa en su rostro.
Y es que, cuando se vive con optimismo, todo lo que acontece en nuestra vida son oportunidades para crecer como personas y ser mejores. No podemos quedarnos parados porque «cuando te detienes -dice Bud Spencer- estás acabado». Nuestra vida es un continuo forjarnos como personas, siempre hay algo nuevo por hacer.
Cuentan que estando Sócrates en prisión antes de ser ejecutado escuchó que un carcelero cantaba en una legua desconocida. «Enséñame esa canción», le pidió Sócrates. «¿Para qué si mañana vas a morir?», respondió el carcelero. «Porque quiero morir sabiendo una cosa más», fue la respuesta del sabio.
Este mismo espíritu es el que impulsa a Bud Spencer: a sus 80 años está escribiendo su autobiografía para transmitir al mundo el optimismo con el que ha vivido sus «primeros 80 años». No, no podemos detenernos, siempre podemos encontrar algo bueno que hacer.
Y Dios no queda fuera de su vida. Para él la fe es un valor importantísimo, un valor «que hace parte de la vida de cada uno». ¿Cómo podríamos vivir alegremente si no dejamos entrar en nuestro corazón a Dios, fuente de toda alegría? Por eso él siente una necesidad de creer en Dios y le da gracias por todo lo que ha vivido.
Con testimonios como éste da gusto vivir. La vida tiene muchísimas cosas hermosas para que nos enfrasquemos en unos pocos problemas. Hay que aprender a vivir con optimismo, porque la vida vale la pena. Felicidades a Bud Spencer por sus 80 años, por sus sonrisas y por su fe.
Con datos tomados del diario Avvenire, 30 de octubre de 2009. Sigue leyendo
domingo, 15 de noviembre de 2009
Un vegetal muy activo
Una parapléjica que con sus escritos ha salvado a personas que habían pensado en el suicidio devolviéndoles el deseo y gusto por vivir.
Autor: Fernando Magallanes, L.C. | Fuente: www.buenas-noticias.org
Pentapléjica y casi ciega durante 21años. No podía hablar ni moverse. Necesitaba ayuda de todos. Pero dejó escritos cuatro libros. Se llamaba Olga Bejano.
Nació el 3 de noviembre de 1963 en Logroño, España. En la flor de sus 23 años quedó paralítica después de un paro cardíaco. Luego, progresivamente fue quedándose inmóvil, a parecer por un componente anestésico de una operación de apendicitis. Y 21 largos años llevó su enfermedad. El viernes 5 de diciembre de 2008, voló su alma al cielo.
Su alimentación se realizaba por sonda. Se ayudaba de un respirador artificial para sobrevivir. Sufrió casi doscientas neumonías y varias operaciones. Además, desatendida por la administración civil como muchos enfermos.
Pero no se dejó vencer por esta triste situación. Ni la frustración, ni la minusvalía le pudieron hundir. Su deseo por vivir le consumía. Ella misma se consideraba graciosamente "un vegetal muy activo". Con su pierna empujaba su mano paralizada para dibujar garabatos o señalar letras que sus enfermeras interpretaban y escribían. De este singular “trabajito” nacieron cuatro libros: Voz de papel, Alma de color salmón, Los garabatos de Dios y Alas rotas, su libro póstumo, presentado en Madrid el 10 de junio de este año (La Razón, 6.09.08 y Alba, 12-18. 12.08).
En el primero narra la vivencia de la enfermedad y la presencia de Dios junto a ella. En su segundo libro escribe en contra de la eutanasia y pide ayuda digna e integral para los enfermos. Los garabatos de Dios cuentan su experiencia espiritual y humana llena de confianza. Y Alas rotas, su libro póstumo, se define como su testamento vital.
Lo más importante son los frutos de sus escritos. Lejos de la ganancia económica, éstos han salvado a personas que habían pensado en el suicidio que tras leer los libros, sentían el deseo y gusto por vivir. Personas que al visitarla, venían que detrás de una mujer pentapléjica estaba alguien más.
"Sólo por esas personas valió la pena que Olga escribiera esos libros". Así dijo Mari Carmen Domínguez, su mamá, confidente y guardiana durante su vida. "¿Cuál era la misión de Olga en esta vida?", se preguntaba también. Acercar a la gente a Dios” (Zenit, 10.07.09).
Gracias Olga, por tus libros, expresiones de sufrimiento, pero lleno de esperanza en Dios y sobre todo por tu vida. Sigue leyendo
sábado, 7 de noviembre de 2009
Instrumentos del Señor
¿Cuántas personas desgastan su vida por los demás sin que nadie se percate? Autor: José Alberto Lesso, LC Fuente: http://www.buenas-noticias.org/
Juan
- ¡Maestro, he querido suicidarme tres veces!
Ésta fue la confesión que un día le hizo Juan a su profesor Aristides, mientras juntos trabajan recolectando papas. Aristides al escucharlo sintió un fuerte escalofrío que le recorrió todo el cuerpo y no pudo menos que exclamar: «Pero, Juan, si tú estás empezando a vivir».
Entonces Juan comenzó a decirle: «Mire maestro, cuando tenía seis meses de nacido, mi madre me arrojó a la orilla del río San Juan. Vea como todavía tengo las cicatrices de las heridas que me hice al caer en los riscos. Por fortuna pasaba una mujer que al escuchar mi llanto se acercó, me tomó entre sus brazos y, enseguida, me llevo al hospital. El Dr. Julio Font luchó contra la muerte y me salvó. Mientras tanto, aquella buena mujer trataba de contactar con mi madre o algún familiar, pero nunca aparecieron. Entonces ella, que era estéril, me adoptó como su hijo. Al cabo de doce años enfermó de cáncer. En el lecho de muerte me confesó este secreto pensando en que si me enterara después yo no le iba a perdonar el no habérmelo contado… Le rogué que no se sintiera culpable de su silencio, pues ella era para mí mi verdadera madre…
A los tres días de haberla enterrado, le dije a mi "papá": “Papi, ¿quieres que te sirva el almuerzo?” Él, violentamente, me dijo: “¡No y tampoco quiero que me digas más papá! Sólo te soporté por esa que se enterró hace unos días, pues yo jamás te quise…” He hizo que me marchara de su casa. Desde entonces empecé a tener problemas de todo tipo, hasta que terminé en su escuela. ¿Sabe? Cada vez que me viene a la mene los deseos de suicidarme pienso en usted. ¡Cómo desearía que fuera mi verdadero padre!». Aquel día, Juan y su maestro, Aristides, lloraron juntos. Con el tiempo y la ayuda de Aristides, Juan consiguió un buen empleo, se casó y formó una familia digna.
Ana
Ana era aparentemente una chica normal. Su profesor, Aristides, desde hace tiempo observaba que seguido iba al colegio un hombre mayor a recogerla, creía que era su abuelo, hasta que un día ella le confesó su historia: «mi madre recién nacida me cortó las venas y me metió dentro de un nylon. Me abandonó en un bote de basura en un taller de zapatos. Al pasar una mujer por allí, yendo de compras, escuchó mis gemidos, buscó entre la basura y me encontró. Me llevó rápidamente al hospital y pudo salvarme la vida. Pero, desgraciadamente, pocos años después caí en las manos de este viejo corrompido que abusa sexualmente de mí y me humilla continuamente. Vea mis manos, todavía tengo las cicatrices de las heridas que me hizo mi mamá pero ¡eso no es nada comparado con las otras heridas que no puedo mostrarle! No puedo hacer nada, estoy atrapada, sin salida. Ayúdeme, maestro, por favor».
Aristides no la dejó sola. Realizó un trabajo muy cuidadoso para protegerla y sustraerla de ese medio tan pernicioso. El tiempo pasó y, gracias a Dios, Ana es hoy una mujer casada, con hijos y un trabajo digno en un hospital.
Aristides
Las historias siguen. Son muchas las personas que se han visto beneficiadas de una u otra forma por este gran profesor que ha desgastado su vida en favor de la juventud de su país, Cuba.
Aristides actualmente es Coordinador Diocesano de la Educación Católica de Cuba. Pertenece a los Equipos Docentes de América Latina. Ha representado a la Iglesia Cubana en varios eventos internacionales en Perú, República Dominicana y México. Es Ministro Extraordinario de la Eucaristía. Pero sobre todo, es padre y abuelo, es decir, un hombre dedicado a su familia.
Mi amistad con Aristides inició precisamente gracias a Buenas Noticias. Él respondió a un artículo que publiqué sobre Tim Guénard y desde entonces hemos intercambiado una abundante correspondencia electrónica.
Aristides es para mí un ejemplo. Al irlo conociendo he pensado «¿cuántos hombres son verdaderos héroes en medio del silencio? ¿Cuántas personas desgastan su vida por los demás sin que nadie se percate?» No cabe duda que en nuestro mundo hay muchas personas buenas, muchas personas que de forma activa hacen presente el Reino de Dios, pero pocas veces son reconocidas, pues de hecho, para ellas, eso es algo secundario. Para ellas lo importante y fundamental es amar, de verdad, a Dios en cada uno de los hombres.
Cuando Aristides me escribe, además de interesarse sinceramente por cómo me ha ido, continuamente me invita y motiva a dar lo mejor de mí mismo, a entregarme en plenitud, a ser, como a él le gusta decir, «un instrumento del Señor».
Nota: Los nombres de Juan y Ana son pseudónimos. Se han cambiado para salvaguardar su verdadera identidad. Sigue leyendo
jueves, 22 de octubre de 2009
Santa Teresita y su motorista
Santa Teresita y su motorista
Quien perdió a su padre a la tierna edad de ocho años, reconoce haber encontrado el «amor de su vida».
Autor: José María Moriano, L.C. Fuente: www.buenas-noticias.org
«A Teresa no le rezo, porque la llevo siempre conmigo» nos dice Gérard Thénezay, sentado sobre una imponente moto Harley Davidson de 1340 centímetros cúbicos. Este «joven» de 63 años, originario de Maisons-Alfort (Francia) ha fundado los «motoristas teresianos», y como todos los años, él y los miembros de esta simpática «cofradía», no han faltado a su fiesta, el pasado primero de octubre, frente a la basílica de Lisieux.
Gégé, como es conocido entre todos, confiesa con cierto rubor, ser doble fan de una mujer y de una moto: Santa Teresa del Niño Jesús y su querida Harley Davidson. Sobre el parabrisas de su moto, luce el medallón de su santa preferida.
En una estación de servicio le preguntaban: «¡Qué hermosa! ¿Quién es?», «Mi hermanita pequeña» -respondía- «¡Felicidades!, ¿Cuántos años tiene?» A lo que este biker, con una sonrisa convencida que brota entre su tupida barba grisácea, añade: «Allá donde está no tiene edad. Ella es eternamente joven»
Razones no le faltan al bueno de Gégé, pues a la intercesión de esta pequeña santa se debe nada menos que su conversión: «Desde mi primera comunión, nada de nada. En plena oscuridad. Un amigo me aconsejó leer la Biblia, ¡yo que no leía nada!. Me sumergí en ella todos los días, durante meses. Fue muy duro. Hasta que llegué a san Pablo, y su himno de la caridad acabó por tumbarme por completo»
Y sigue diciendo: «Después me adentré a la vida de los santos: Padre Pío, Bernardete, etc. Pero cada vez que leía una cita o referencia de una tal Teresa, me sentía como atravesado por una flecha».
Refiriéndose en concreto a un parte de de «Historia de un alma» (La autobiografía de santa Teresa del Niño Jesús) Thénezay comenta emocionado: «Terminado de leer el prólogo -la agonía en la enfermería- , me pregunté de dónde venían estas gotas de mis ojos ¡Eran lágrimas!, ¡hacía cuarenta años que no lloraba!»
Quien perdió a su padre a la tierna edad de ocho años, reconoce haber encontrado el «amor de su vida», convencido que «Teresa me lleva a hacer las cosas por amor». Después vino el encuentro con un Hermano de San Juan (congregación francesa) con quien fue en moto a la Jornada Mundial de la Juventud, en París.
Al poco tiempo inició la fundación de los Motards thérésiens (Motoristas teresianos) con Guy Moreau en el 2003. Las actividades de esta pequeña y peculiar banda van desde peregrinaciones hasta viajes con jóvenes en dificultades, y conciertos ofrecidos para personas minusválidas de varias organizaciones, como la Fondation Anne-de-Gaulle.
«Los pequeños dan pequeños pasos» decía santa Teresita. Estos bikers, sobre sus reclinatorios plateados sobre dos ruedas, también toman pequeñas rutas, o mejor dicho, dos en concreto: «una mano dirigida hacia María, y la otra hacia Teresa»; hacia Lourdes o hacia Lisieux, donde este «jóven retirado», junto con sus compañeros, gusta de lijar y pintar de nuevo las rejas y las puertas de los Buissonnets, la casa donde vivió Teresa.
Ejemplos como el de Gérard Thénezay son de una ternura que conmueve a cualquiera, y que nos invitan a emprender el camino de la santidad con sencillez, con alegría, sin miedos, y dispuestos a regalar una sonrisa a quien está a nuestro lado.
Datos de Famille Chrétienne, nº 1654, del 26 septiembre al 2 de octubre de 2009.
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viernes, 16 de octubre de 2009
Vida sin límites
Que pasa banda???, espero y todos esten muy bien... ayer fui a visitar unos amigos del CEBTis, es decir de la prepa, segun yo solo iba por unos datos de una amiga que esta en Sevilla, España y es religiosa, es decir monja, ella se llama Gaby, bueno queria saber sus datos por que la hermana (Karo), de un amigo (Mofe, que ahora ya es Don Pepe, jajajaja), se fue de intercambio por parte de la UAA para el otro lado del charco, es decir oceano atlantico, y pues fui a investigar como me podria poner en contacto con Gaby para que estableciera contacto con Karo y la orientara sobre la vida por alla, ah les digo, que fui con unos amigos(Lemus y Lucia, ahora Don Paco y Doña Alejandra) que tienen mas relacion con Gaby, para ver que onda, si tenian alguna manera de contactarla, y pues me dijeron que hoy les marcara para ver que habia pasado, pero el punto es que pues estuvimos platicando un rato, desde las 20:30hrs hasta las 23:30hrs aprox, y entre los muchos temas de los cuales sacamos a flote, es decir platicamos, surgio el de la educacion que les damos a los niños de hoy, y hablo desde que nacen hasta los 16 o 17 años de edad, de que hoy en dia, los padres o nosotros como adultos no queremos tener bronca con ellos y los dejamos hacer lo que quieren, recuerdo que una vez tuvimos un problema con una vecina del barrio por su hijo de 14 años y saben que nos dijo, que le tenia miedo y por eso no le decia nada, osea es tu hijo y le tienes miedo???... que onda??? pero en fin, es por eso que hoy les dejo esta reflexion que precisamente me llego el dia de hoy y la cual comparto con toda la banda... que la mayoria ya son padres y algunos estan por serlo y no va a ser facil educarlos, nada mas recuerden como haciamos batallar a los nuestros, pero como comentabamos ayer Lemus, Lucia y yo, que si hay amor y corriges con amor todo sera mejor, facil no, mejor si. Pues bien, eduquemos a los niños y adolescentes de hoy para que el dia de mañana no nos recriminen nada, por que todos tenemos nuestra responsabilidad en nuestra sociedad, para los que no somos padres aun, nos toca dar un buen testimonio y dar el buen consejo cuando nos sea pedido por alguno de estos chavitos... cuidense y traten de ser felices...
su amigo
JF Tavares
VIDA SIN LÍMITES
Una mujer de 55 años visitaba a su hijo de 23 en la cárcel. Él estaba ahí por homicidio culposo ya que había atropellado a un niño al entrar a alta velocidad en una calle en sentido contrario tratando de escapar de una patrulla que lo perseguía por haberse pasado un alto.
Fue ingresado al penal completamente destrozado de los huesos y en silla de ruedas ya que, el padre del pequeño muerto se le fue a golpes, y el policía -que ya estaba justo detrás- se hizo de la vista gorda y no lo detuvo hasta que casi lo mata.
El hijo hablaba con su madre y le decía:
- "¿Sabes mamá? yo no soy un asesino premeditado ni un maldito desalmado, pero he concluido que estoy aquí porque toda mi vida aprendí y me acostumbré a romper reglas y a no cumplirlas? ¡jamás tuve ningún límite?!"
- "¡Ay hijo!!!, es que desde que eras chiquito te ponías taaaan difícil? cada vez que yo te daba una orden o una instrucción, me desafiabas y hacías unos terribles berrinches, tanto, que yo no lo soportaba y te dejaba hacer y deshacer con tal de evitarme conflictos, sólo así te mantenías calladito y complacido, pues temía tanto que tu padre me dijera: ¡calla a ese niño!!!
Desde que tenías 3 o 4 años, cuando yo te decía:
- "Hijo, cómete tus verduras para que crezcas sano y fuerte?"
Tú me gritabas:
- "¡Yo no quiero ser sano ni fuerte, no me importa! Déjame en paz?"
- "Por favor, recoge tu cuarto"
Y groseramente me respondías:
- "No voy a recoger nada, así estoy contento, ¡si quieres recógelo tú!"
- "No destruyas las cosas, cuídalas"
A lo que toscamente me decías;
- "No me importa yo quiero jugar así, y si no me compras cosas nuevas gritaré y lloraré hasta que me las compres?"
- "Soy tu madre y me debes de obedecer, en esta casa se hace lo que yo digo"
- "¡No mamá, no lo haré ¡ya no te quiero y si me hablas así, me voy a ir de la casa y tú serás la culpable si algo me pasa".
Yo siempre tratando de hacerte entrar en razón, pero tus desplantes y contestaciones eran los mismos; siempre fuiste un hijo muy rebelde?"
El hijo interrumpió a su madre gritándole...
-"¡¡Basta madre!!! Sólo dime ¿cómo fue que siendo tú una persona adulta pudiste obedecer y dejarte vencer por un niño taaaan chiquito....? Hoy a mis 23 años estoy destrozado, infeliz y sin futuro, de nada sirvió que estudiara y que no hayamos sido pobres, ¡le quité la vida a una criatura! y de paso arruiné mi vida, la tuya y la de mi padre? Y todo por no enseñarme a tiempo que hay límites, por ser unos padres apáticos, miedosos y blandengues... La vida en la cárcel es una miseria..."
Ahora una pregunta para ti, padre:
Si tu hijo estuviera a punto de caer en un precipicio y tú lo estuvieras sosteniendo de la mano?
¿Lo apretarías con todas tus fuerzas o lo sostendrías de la mano suavemente para que no le doliera?
Lo mismo pasa con los valores, la disciplina y las reglas: Tienes que ser responsable y apretarlo fuerte, sólo así lo salvaras del precipicio de la vida en sociedad, porque nadie a quien él dañe con su indisciplina va a tener compasión de él. Si tú, que le diste la vida y lo amas, no soportas sus berrinches, ¿qué te hace pensar que los demás lo harán?
Un grito a tiempo, unas nalgadas, una palmada, un castigo bien impuesto, sin afán de maltratarlo o herirlo, sino por "SU BIEN", motivados por el amor, con el propósito de enseñar y corregir; y cuando el mal comportamiento persiste pese a haber intentado antes agotar las palabras, las explicaciones y las mediaciones con el niño.
Tal vez eso le deje una pequeña huella pero lo hará sentir seguro y tendrá bien clara la diferencia entre el bien y el mal, y se dará cuenta que si lo cuidas y lo educas bien es porque LO AMAS y no porque te importa más tu comodidad y tu tiempo libre.
Evítale la infelicidad de la disciplina impuesta por la sociedad y/o la ley o hasta la muerte a manos de otros o el suicidio por la culpa de sus propias faltas.
No eches este consejo en saco roto?
autor desconocido
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jueves, 8 de octubre de 2009
Su sueño era matar a su padre
Quienquiera que seas, cualesquiera que sean tus heridas y tu doloroso pasado, nunca olvides, en tu memoria magullada, que te espera una eternidad de amor, junto al Big Boss
Autor: José Alberto Lesso, L.C. Fuente: www.buenas-noticias.org
Tim tenía tres sueños: Salir del correccional, convertirse en jefe de una banda y matar a su padre.
A los tres años su madre lo ató a un poste eléctrico y se marchó para siempre. Su padre se encargaría de él. Sí, se encargaría de maltratarlo: Cuatro veces le rompió la nariz y, cuando tenía cinco años, le dio una paliza tan fuerte que lo mandó por dos años al hospital.
Durante este período nadie lo visitó en el hospital. Su único consuelo era un papel de regalo que el niño de la cama de a lado había tirado después de una visita. El papel tenía el dibujo de un tren con vagones llenos de juguetes y un oso de peluche.
«Lo escondí en los baños del final del pasillo y todos los días me arrastraba hasta allá (no podía andar) para ver mi papel a escondidas; me daba la impresión de que el osito me decía “¡Hola Tim!” y que me daba las buenas noches al final del día. Para mí era la única visita. Ese papel me dio un poco de calor y suscitó en mí el deseo de volver a caminar. Gracias a ese esfuerzo para ver mi papel de regalo, aprendí a andar nuevamente».
Al salir del hospital, su familia no quiso hacerse cargo de él. Entró en un orfanato, en donde sufrió el maltrato y el desprecio de las personas encargadas de su cuidado y acabó en un hospital psiquiátrico por un error administrativo. De allí fue a parar a un reformatorio, donde aprendió a pelear y a odiar al mundo entero Sólo las ganas de matar a su padre le mantuvieron en pie, convertido ya en todo un delincuente de 12 años.
«Soñaba que habían metido a mi papá en una lavadora y que llegaba todo nuevo. ¡Tenía tantas ganas de un beso!, o de una mirada, un gesto; pero tristemente nunca llegó… Un día ya no tuve ganas de eso, tuve ganas de vivir para matarlo; y el odio me dio fuerza». Así lo cuenta Tim Guénard en su biografía Más fuerte que el odio.
Pero ¿qué fue lo que hizo cambiar esta vida que llegó a ser insensible al dolor y cuya única fuerza era la llama de la venganza?
Su odio lo convirtió en campeón de boxeo, pero un día el Big Boss lo noqueó. Para Tim, el Big Boss es Dios. Tim descubrió el amor en el prójimo: «Para los que no tienen cariño, ver a gente con amor es como mirar ese escaparate donde no se puede comprar. Sin embargo, puedes decir: “Pues yo algún día viviré de otro modo”». Y así comenzó su conversión.
A los veintiún años, abandonó su pandilla de compañeros de infierno y se unió a un grupo cristiano. «Ha sido un camino imprevisto en el que encontré a gente que dice en voz alta lo que tú piensas en bajito. [] Esa gente te da ambiciones, incluso sin que tú lo sepas. Por eso la mejor manera de ir en contra del destino es ir al encuentro de los demás; porque te dan ilusiones y te enseñan que la vida tiene otro paisaje».
El cambio no fue fácil: «Hoy me siento en forma, y dedico a Dios grandes declaraciones de amor, tomo buenas resoluciones Y mañana ¡me olvido de todo y vuelvo a caer!».
Pero en sus caídas, el orgullo insumiso, el campeón muy macho, el ombligo del mundo (como él mismo se describe) ya no estará sólo, ahora será sostenido por el abrazo y el amor de muchas personas, aprenderá a ponerse al servicio de los demás, a dejarse amar Descubrirá la belleza de la amistad, comprobará la eficacia de la oración y acabará casándose con su amada, Martine, teniendo como testigos a Dios y la Virgen María.
Actualmente Tim Guénard vive en el sudeste de Francia, cerca de Lourdes, ejerciendo de apicultor. Casado y con cuatro hijos, se dedica a ayudar a los que le necesitan. Acoge en su propia casa a personas sufrientes que necesiten amor. «Es muy importante que esos jóvenes vean que la vida no es una fantasía, que hay otro modo de existir, que cuando uno comete un error puede pedir perdón e intentar no volver a hacerlo».
Además de su biografía, la productora española INFINITO + 1 está produciendo un largometraje sobre su vida.
Tim derrotó al odio gracias a que descubrió la fuerza del amor; así nos lo dice él: «Quienquiera que seas, cualesquiera que sean tus heridas y tu doloroso pasado, nunca olvides, en tu memoria magullada, que te espera una eternidad de amor, junto al Big Boss».
Con datos de Alfa y Omega, 3 de septiembre de 2009 Sigue leyendo
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