Autor: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
El 14 de febrero se celebra el día del amor y la amistad. Lástima que una realidad tan hermosa se haya denigrado tanto. Porque hoy se llama amor a cosas sublimes y a cosas denigrantes. ¿Qué celebras tú el 14 de febrero?
Hay que rescatar el amor, ese valor maravilloso que existe en el mundo. Rescatar el verdadero amor en tantos noviazgos. Rescatar el auténtico amor en los esposos. Un amor que dure, que resista, que no se rompa con el paso del tiempo.
Y digo rescatar, porque se mezcla la perla con el barro, el egoísmo con el más puro amor. Y unos se quedan con el barro y otros se quedan con el amor. Por ello, hay que separar el oro del barro, hay que purificarlo. Porque el día que perdamos el amor, el día que no haya amor en la tierra, estaremos totalmente perdidos.
Todo depende de la fuente de ese amor, el corazón. Nadie da lo que no tiene. Si el corazón es limpio, si el corazón es puro, si el corazón está sano, el amor que de él proceda será auténtica perla, auténtico amor. Si el corazón está podrido, no podemos pedir que brote de él un amor auténtico sino puro egoísmo.
Preguntémonos: ¿Qué clase de amor es el que hay en nuestro corazón?
¿Dónde está el verdadero amor? Que me lleven allí, o me muero.
Hay que rescatar el amor, ese valor maravilloso que existe en el mundo. Rescatar el verdadero amor en tantos noviazgos. Rescatar el auténtico amor en los esposos. Un amor que dure, que resista, que no se rompa con el paso del tiempo.
Y digo rescatar, porque se mezcla la perla con el barro, el egoísmo con el más puro amor. Y unos se quedan con el barro y otros se quedan con el amor. Por ello, hay que separar el oro del barro, hay que purificarlo. Porque el día que perdamos el amor, el día que no haya amor en la tierra, estaremos totalmente perdidos.
Todo depende de la fuente de ese amor, el corazón. Nadie da lo que no tiene. Si el corazón es limpio, si el corazón es puro, si el corazón está sano, el amor que de él proceda será auténtica perla, auténtico amor. Si el corazón está podrido, no podemos pedir que brote de él un amor auténtico sino puro egoísmo.
Preguntémonos: ¿Qué clase de amor es el que hay en nuestro corazón?
¿Dónde está el verdadero amor? Que me lleven allí, o me muero.
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