domingo, 14 de febrero de 2010

¿Yahvé o Jehová?

Lo que nos importa es hablar de Dios como Jesús hablaba de El. Jesús vino a aclarar el misterio más profundo que hay en el Ser Divino: «Dios es amor»
Autor: P. Paulo Dierckx y P. Miguel Jordá | Fuente: Para dar razón de nuestra Esperanza, sepa defender su Fe



En las Biblias evangélicas encontramos que a Dios se lo nombra como a «Jehová» y en las Biblias católicas le damos el nombre de «Yahvé». Muchos cristianos se preguntan: ¿por qué esta diferencia en el nombre de Dios? ¿qué debemos pensar de esto?

En el fondo no sirve de nada discutir por el nombre antiguo de Dios. Nosotros vivimos ahora en el Nuevo Testamento y lo que nos importa es hablar de Dios como Jesús hablaba de El. Jesús vino a aclarar el misterio más profundo que hay en el Ser Divino: «Dios es amor». Dios es un «Padre» que ama a todas sus creaturas y los hombres son sus hijos queridos. Jesús mismo nos enseñó que debemos invocar a Dios como «nuestro Padre» (Mt. 6, 9).

Para los estudiosos de la Biblia quiero aclarar en esta carta el nombre antiguo de Dios, aquel nombre que los israelitas del Antiguo Testamento usaban con profundo respeto. La explicación es un poco difícil, porque debemos comprender algo del idioma hebreo, la lengua en la cual Dios se manifestó a Moisés.

Los nombres de Dios en el Antiguo Testamento
Los israelitas del Antiguo Testamento empleaban muchos nombres para referirse a Dios. Todos estos nombres expresaban una relación íntima de Dios con el mundo y con los hombres.
En esta carta quiero indicar solamente los nombres más importantes, por ejemplo:

En Ex. 6, 7 encontramos en el texto hebreo el nombre «Elohim», que en castellano significa: «El Dios fuerte y Poderoso».
En el Salmo 94 encontramos «Adonay» o «Edonay», que en castellano es «El Señor».
En Gén. 17, 1 se habla de Dios como «Shadday» que quiere decir el Dios de la montaña.
El profeta Isaías (7, 14) habla de «Emmanuel» que significa «Dios con nosotros».
Y hay muchos nombres más en el A. T., como por ejemplo: Dios Poderoso, el Dios Vivo, el Santo de Israel, el Altísimo, Dios Eterno, El Dios de la Justicia, etc.
Pero el nombre más empleado en aquellos tiempos era «Yahvé» que significa en castellano: «Yo soy» o «El que es».
Leemos en Éxodo Cap. 3 que Dios se apareció a Moisés en una zarza ardiente y lo mandó al Faraón a hablar de su parte. Moisés le preguntó a Dios: «Pero si los israelitas me preguntan cuál es tu nombre, ¿qué voy a contestarles?». Y Dios dijo a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY». Así les dirás a los israelitas: YO SOY me manda a ustedes. Esto les dirás a ellos: YO SOY, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob me manda a ustedes. Este es mi nombre para siempre» (Ex. 3, 13-15).

¿De dónde viene la palabra «Yahvé»?

Esta palabra es una palabra hebrea, el hebreo es el idioma de los israelitas o judíos del Antiguo Testamento. En este idioma no se escribían las vocales de una palabra sino únicamente las consonantes. Era bastante difícil leerlo correctamente, porque al leer un texto hebreo, uno mismo debía saber de memoria qué vocales tenía que pronunciar en medio de las consonantes. El nombre de Dios: «YO SOY» se escribía con estas cuatro consonantes: Y H V H que los judíos pronunciaban así «Yahvé», y en castellano se escribe YAVE. La pronunciación «Yahvé» es sin duda la pronunciación más correcta del hebreo original para indicar a Dios como «Yo soy el que soy» (Los judíos del A.T. nunca dijeron Jehová).

¿De dónde viene la palabra Jehová?

Los israelitas del A.T. tenían un profundo respeto por el nombre de Dios: «Yahvé». Era el nombre más sagrado de Dios, porque Dios mismo se había dado este nombre.
Con el tiempo los israelitas, por respeto al nombre propio de Dios, dejaron de pronunciar el nombre de «Yahvé» y cuando ellos leían en la Biblia el nombre de «Yahvé», en vez de decir «Yahvé» dijeron otro nombre de Dios: «Edonai» (el Señor). Resultó que después de cien años los israelitas se olvidaron por completo de la pronunciación original (Y H V H, Yahvé) porque siempre decían «Adonay» (el Señor).
En la Edad Media (1.000 a 1.500 años después de Cristo) los hebraístas (que estudiaban el idioma hebreo antiguo) empezaron a poner vocales entre las consonantes del idioma hebreo. Y cuando les tocó colocar vocales en la palabra hebrea Y H V H (el nombre antiguo de Dios) encontraron muchas dificultades.

Por no conocer la pronunciación original de las cuatro consonantes que en las letras castellanas corresponden a YHVH y en letras latinas a JHVH, y para recordar al lector que por respeto debía decir: «Edonay» en vez de «Yahvé», pusieron las tres vocales (e, o, a) de la palabra Edonay; y resultó Jehová en latín. Es decir: tomaron las 4 consonantes de una palabra (J H V H) y metieron simplemente 3 vocales de otra palabra (Edonay) y formaron así una nueva palabra: Jehová. Está claro que la palabra «Jehová» es un arreglo de dos palabras en una. Por supuesto la palabra «Jehová» nunca ha existido en hebreo; es decir, que la pronunciación «Jehová» es una pronunciación defectuosa del nombre de «Yahvé».
En los años 1600 comenzaron a traducir la Biblia a todas las lenguas, y como encontraron en todos los textos bíblicos de la Edad Media la palabra «Jehová» como nombre propio de Dios, copiaron este nombre «Jehová» literalmente en los distintos idiomas (castellano, alemán, inglés…). Y desde aquel tiempo empezaron a pronunciar los católicos y los evangélicos como nombre propio de Dios del Antiguo Testamento la palabra «Jehová» en castellano.

Ahora bien, aun las Biblias católicas usan el nombre de «Yahvé» y no el de «Jehová».¿Está bien? Está bien porque todos los hebraístas modernos (los que estudian el idioma hebreo) están de acuerdo que la manera original y primitiva de pronunciar el nombre de Dios debía haber sido «Yahvé» y no «Jehová».
«Yahvé» es una forma del verbo «havah» (ser, existir) y significa: «Yo soy el que es» y «Jehová» no es ninguna forma del verbo «ser», como lo hemos explicado más arriba. Por eso la Iglesia Católica tomó la decisión de usar la pronunciación original «Yahvé» en vez de «Jehová» y porque los israelitas del tiempo de Moisés nunca dijeron «Jehová».

¿Cuál es el sentido profundo del nombre de «Yahvé»?
Ya sabemos que «Yahvé» significa: «Yo soy.» Pero ¿qué sentido profundo tiene este nombre?
Para comprenderlo debemos pensar que todos los pueblos de aquel tiempo eran politeístas, es decir, pensaban que había muchos dioses. Según ellos, cada nación, cada ciudad y cada tribu tenía su propio Dios o sus propios dioses. Al decir Dios a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY» El quiere decir: «Yo soy el que existe: el Dios que existe; y los otros dioses no existen, los dioses de los egipcios, de los asirios, de los babilonios no existen. Yo soy el único Dios que existe».

Dios, dándose el nombre de YAVE (YO SOY), quería inculcar a los judíos el monoteísmo (un solo Dios), y rechazar de plano todo politeísmo (muchos dioses) y la idolatría de otros pueblos.
El Dios de los judíos (Yahvé) es un Dios celoso, no soporta a ningún otro dios a su lado. El dice: «No tendrás otro Dios fuera de mí» (Ex. 20, 3). «Yo soy Yahvé, tu Dios celoso» (Deut. 4, 35 y 32, 39).

El profeta Isaías explica bien el sentido del nombre de Dios. Dice Dios por medio del profeta: «YO SOY YAVE, y ningún otro». «¿No soy yo Yahvé el único y nadie mejor que yo?» (Is. 45, 18).

La conclusión es: La palabra «Yahvé» significa que «El es el UNICO DIOS», el único y verdadero Dios, y que todos los otros dioses y sus ídolos no son nada, no existen y no pueden hacer nada.

El nombre de Dios en el Nuevo Testamento

Más importante para nosotros, que vivimos en el Nuevo Testamento, es saber cómo Jesús hablaba del misterio de Dios. Jesús y sus apóstoles, según la costumbre judía de aquel tiempo, nunca pronunciaban el nombre «Yahvé» o «Jehová». Siempre leían la Biblia diciendo: «Edonay» -el Señor- para indicar el nombre propio de Dios.
Todo el Nuevo Testamento fue escrito en griego, por eso encontramos en el Nuevo Testamento la palabra Kyrios (el Señor) que es la traducción de «Edonay».

Pero Jesús introdujo también una novedad en las costumbres religiosas y nombró a Dios «Padre»: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra». «Mi Padre sigue actuando y yo también actúo». «Por eso los judíos tenían ganas de matarlo: porque El llamaba a Dios Padre suyo haciéndose igual a Dios» (Jn. 5, 17-18).
Además Jesús enseñó a sus seguidores a hacer lo mismo: «Por eso, oren ustedes así: Padre Nuestro, que estás en los cielos» (Mt. 6, 9). Ahora, el nombre más hermoso que nosotros podemos dar a Dios es el de: «Padre nuestro».

¿Es verdad que en las Biblias de los Testigos de Jehová aparece el nombre Jehová en el Nuevo Testamento?

Así es. Los Testigos de Jehová hacen aparecer en el Nuevo Testamento 237 veces la palabra «Jehová», pero eso no es correcto. Cuando en el Nuevo Testamento se habla de Dios con el nombre «Señor» (Kyrios en griego, Edonay en hebreo) ellos lo traducen como Jehová, pero esto es claramente una adulteración de los textos bíblicos.

El Nuevo Testamento habla de Dios como «Padre» o «Señor», pero nunca como «Jehová». Una vez más desconocen la gran revelación de Jesucristo que fue la de anunciarnos a Dios como Padre.

¿Qué es lo mejor para nosotros?

Lo mejor es hablar de Dios como Jesús hablaba de El. Meditando los distintos nombres de Dios que aparecen en la Biblia, nos damos cuenta de que hay una lenta evolución acerca del misterio de Dios, y cada nombre revela algo de este gran misterio divino:

1) Dios se manifestó a Moisés como el único Dios que existe, significando esto que los otros dioses no existen. Es lo que significa la palabra «Yahvé».

2) Luego ese único Dios se manifestó a los profetas como el Dios de la Justicia.

3) Finalmente en Jesucristo, Dios se manifestó como un Padre que ama a todos sus hijos. Dios es amor y nosotros tenemos esta gran vocación a vivir en el amor. La oración del Padre Nuestro es la mejor experiencia de fraternidad universal.

¿Qué hay que hacer cuando los Testigos de Jehová, los Mormones y los seguidores de otras sectas llegan a la casa de uno para entablar una conversación?

«En primer lugar hay que precisar cuál es la verdadera intención de su visita. Por lo general ellos dicen que quieren hablar de la Biblia y conversar acerca de Dios y de la religión.
Pero su verdadera intención no es ésta, sino la de arrebatar la fe a los católicos. Eso y nada más es lo que quieren. Quitar a los fieles su fe católica. Hablar de la Biblia o de Dios es sólo el pretexto para llegar a este final que es quitar la fe a los católicos.

Y los hechos comprueban esta afirmación, porque sabemos de algunos buenos católicos que por cortesía, buena educación, o por otras razones, aceptaron conversar con ellos sobre la Biblia o sobre Dios, y se pasaron a ser Testigos de Jehová, Mormones o de otras sectas y abominaron después contra su antigua fe católica.
Es decir, hay que tener claro que esta visita de los Testigos de Jehová, de los Mormones o de otras sectas a las casas y familias católicas no tiene otra intención ni otro propósito que arrebatarles su fe católica.

Conociendo esta realidad, la respuesta es obvia: ¿Quiere usted conservar y defender su fe católica? No los reciba. ¿Quiere usted poner en peligro su fe católica? Piense mejor lo que debe hacer».
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domingo, 7 de febrero de 2010

«Se lo debo a mis compañeros»


Tenemos que reconocer que no todo depende de nosotros y de nuestras propias fuerzas.
Autor: Luciano Rinaldi, L.C. | Fuente: www.buenas-noticias.org


A sus 22 años de edad, Lionel Messi fue escogido el mejor jugador del mundo del 2009, rompiendo además el record de votos recibidos en toda la historia del galardón, iniciada en 1956. Se trata de la entrega del Balón de Oro de la revista "France Football", que se llevó a cabo en París, Francia, el pasado 6 de Diciembre.

El jugador argentino dedicó el premio a sus compañeros y a sus hermanos, que viajaron con él a París, y a todos los que siempre le han apoyado en su carrera. «Me siento profundamente feliz -dijo- es un día muy especial. Pero soy consciente de que se lo debo a mis compañeros y a la gran temporada del Barcelona. Les doy las gracias a ellos».

Aseguró que le marcaron mucho jugadores como Samuel Eto´o, Ronaldinho y Deco, además de todos los que forman ahora parte del club español. La “pulga biónica”, como le llaman, tuvo el detalle para con sus papás y hermanos de guardar el dorado balón en su casa familiar de Rosario, en Argentina.

Messi, quien se convirtió en uno de los deportistas más jóvenes en recibir el Balón de Oro, es constantemente blanco de alabanzas y halagos. En esta ocasión, ¿saben cuál fue su reacción cuando le dijeron que en francés Messi significaba mesías? Se rió y afirmó: «No me siento salvador de nada, sólo un jugador del Barcelona y de la Selección Argentina con ganas de seguir consiguiendo cosas con mis equipos».

Lionel también considera a Dios como uno de sus compañeros a quien le debe el premio. A él le dedicó los dos primeros goles que marcó después de haber sido escogido el mejor del mundo. Su gesto indicando hacia el cielo me hacía recordar aquella frase de San Agustín que decía: «qué tienes que de Dios no hayas recibido».

Los jóvenes de hoy necesitan modelos buenos y pueden encontrar uno en Lionel Messi, aunque en ocasiones haya tenido algún error. Él tuvo el valor de decirle a la prensa mundial que todo se lo debía a sus compañeros y personas que lo apoyaron, en especial a su familia; y no se olvidó de darle las gracias al Gran Compañero, cosa, hoy, poco común.

Hoy, millones de jóvenes visten camisetas con el nombre de Messi por detrás. Ojalá todos vistamos internamente esa camiseta de la gratitud a nuestros compañeros de escuela o trabajo; esa camiseta de la gratitud hacia nuestros papás, hermanos y amigos; y esa camiseta de gratitud a Dios por todo lo que hemos recibido. Como Messi, tenemos que reconocer que no todo depende de nosotros y de nuestras propias fuerzas. Sigue leyendo

jueves, 4 de febrero de 2010

Un propósito firme para vivir el Evangelio

Pidamos en la oración, la gracia de Dios para romper con el pecado y para vivir, en serio, el Evangelio.
Autor: P. Fernando Pascual LC Fuente: Catholic.net

Si reconocemos que el mundo es efímero y que no hay nada seguro en el reino de los átomos y la energía.

Si aceptamos que el cuerpo sufre un continuo desgaste y que no es posible mantener indefinidamente un buen nivel de salud y de habilidades psíquicas.

Si percibimos que los deseos a veces fluctúan en la propia alma, que pueden orientarnos hacia lo bueno y noble sólo si los guiamos con propósitos firmes y con ideas claras, o pueden llevarnos al pecado y la injusticia si seguimos nuestras pasiones más mezquinas.

Si nos toca sufrir el drama de perder la propia fama, o el trabajo, o la amistad, o los afectos de la familia.

Si abrimos los ojos al engaño de la avaricia y descubrimos que el dinero puede destruirnos con su fragilidad absurda.

Si salimos del sueño de placeres vanos, de imágenes brillantes y vacías, de músicas que embotan el corazón, de sustancias que provocan alucinaciones y que destruyen la nobleza del alma.

Si rompemos con ese egoísmo que lo centra todo en la búsqueda del propio bienestar y en la autoestima miserable, para descubrir que vale la pena dar la vida por quienes viven a nuestro lado.

Si dejamos que la inteligencia vuele alto, reconozca la belleza y la bondad de Dios, confiese que Cristo es el Hijo del Padre, y se lance a nadar en el mundo de las verdades eternas.

Si fortificamos la voluntad para que tome decisiones serias, orientadas hacia bienes verdaderos y hacia el amor sincero, capaces de ayudar a amigos y enemigos, con la energía necesaria para apartar los ojos y el corazón de los caprichos egoístas.

Si suplicamos, en la oración, la gracia de Dios para romper con el pecado y para vivir, en serio, el Evangelio.

Si usamos nuestras palabras y nuestro tiempo para anunciar desde las terrazas, como católicos, la gran noticia de la Muerte y de la Victoria de Jesucristo el Nazareno.

Entonces significa que hemos puesto la mano en el arado para no mirar nunca atrás: seremos verdaderos discípulos del Maestro, abriremos horizontes de esperanza para el corazón de tantas personas que serán tocadas por Dios gracias a la luz que brilla en nuestra vida nueva. Sigue leyendo

lunes, 25 de enero de 2010

Una abuelita en la cárcel por el aborto


El gravísimo delito de Linda Gibbons ha sido pararse, con una pancarta, fuera de clínicas abortistas en Canadá.

Autor: Jorge Enrique Mújica, L.C. Fuente: www.buenas-noticias.org

Tiene poco más de 60 años, no mide más de 1,50 metros y apenas si llega a los 50 kilos de peso. En los últimos 15 años ha estado en la cárcel alrededor de 75 meses, unos 7 años. Inclusive ha pasado ahí la Navidad. No, no asaltó a nadie, no golpeo tampoco a ninguno, ni mucho menos cometió o procuró un aborto. Se manifestó. Y se podría pensar que entonces lo hizo violentamente, gritando improperios, rompiendo a su paso ventanas de hogares y negocios e incendiando coches (como suele pasar en no pocas manifestaciones) estaríamos lejos de la realidad.


El gravísimo delito de Linda Gibbons ha sido pararse, con una pancarta, fuera de clínicas abortistas en Canadá, desde 1994, buscando también aconsejar. “Entonces la pancarta sería muy agresiva, y por eso la meterían a la cárcel”, podría venir a la mente. No. Por poner un ejemplo, una de sus últimas pancartas decía: “¿Por qué, mamá? Si tengo mucho amor que dar”.


En octubre de 1999, por citar un caso, la policía de Toronto usó métodos violentos para arrestar a Linda Gibbons. ¿Motivos? La abuelita estaba fuera de una clínica para asesinar niños, tratando de hacer reflexionar a las mujeres que iban a entrar. La policía también arrestó a los tres reporteros que cubrían la nota y les confiscó las cámaras fotográficas. En esa ocasión, después del arresto, Linda permaneció las primeras 26 horas sin comida, bebida o cobijas para pasar la noche. En otro momento, Gibbons fue condenada a seis meses de prisión por haberse manifestado pacíficamente. Paradójicamente, su compañera de celda había sido condenada a tres meses por una agresión con violencia, y que ciertamente no tenía que ver con la defensa de la vida.


Un artículo publicado por Nigel Hannaford en The Calgary Herald (cf. 04.10.2008) hacía notar un contraste en el trato dispensado a la abuelita Gibbons: “Si Gibbons fuera una sindicalista que participara en una huelga, podría gritar tanto como quisiera. En este país (Canadá), la policía se mantiene a distancia aunque rompan los cristales a los camioneros. Entonces, ¿dónde está el problema si una mujer se dirige pacíficamente a otra que va a una clínica abortista? Ah, dice el otro lado, nadie debe interferir en un asunto que tiene que ver con la salud del otro. Es verdad. Pero la mujer no está enferma, está embarazada. Dada la sangrienta realidad del aborto, preguntar a alguien si realmente sabe lo que va a hacer parece justo”.


Pero la cárcel no ha sido un obstáculo para Linda Gibbons. Sale y vuelve a la lucha: “Si estuviera toda una vida en la cárcel y sólo un niño hubiera sido salvado, habría merecido la pena”, ha dicho a los guardias y compañeras que le preguntan si vale de algo lo que hace si al final termina en prisión. De hecho en la misma cárcel el trabajo continúa y más de una presa ha decidido continuar su embarazo tras hablar con la abuelita Gibbons. “Un cristiano en la cárcel no es tiempo perdido”, también ha afirmado. Por fortuna, Linda Gibbons ya tiene la alegría de contar a un buen número de niños cuyas madres decidieron tenerlos después de toparse con ella.



La abuelita Gibbons es un testimonio de amor a la vida, también a la del prójimo y, sobre todo, a la del más indefenso; es un ejemplo de tesón, perseverancia, fe y esperanza. Suele decirse que son los pro-vida los que quieren meter mujeres a la cárcel por abortar (algo completamente falso, dicho sea de paso), pero el caso concreto de Linda Gibbons pone de manifiesto que realmente, en la práctica, sucede lo contrario. ¿Conoce usted a alguna mujer que por abortar esté en la cárcel? Sigue leyendo

jueves, 7 de enero de 2010

EL REGALO DE LOS REYES MAGOS


Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escucharle como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo:
- ¿papá?
- Sí hija, cuéntame
- Oye quiero...que me digas la verdad
- Claro hija. Siempre te la digo.
- Respondió el padre un poco sorprendido
- Es que..- titubeó Cristina
- Dime hija, dime.-
- Papá ¿existen los Reyes Magos?.
- El padre de Cristina se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.
- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?.
- La nueva pregunta de Cristina le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:
- ¿Y tú qué crees, hija?
- Yo no se, papá, que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tu no me engañas, pero como las niñas dicen eso.
- Mira hija efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero...
- ¿Entonces es verdad?- , cortó la niña con los ojos humedecidos.- ¡Me habéis engañado!
- No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen, - respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Cristina
- Entonces no lo entiendo papá.-
- Siéntate, cariño, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla.
- dijo el padre mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.
Cristina se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:
Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:
- ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño!. Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.-
- ¡Oh, sí!.- exclamó Gaspar.- Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo.
- Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría comentó:
- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito.
Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo.
El Niño Jesús que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal:
- Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?
- ¡Oh, Señor!- dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas. Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero... no podemos tener tantos pajes... no existen tantos.-
- No os preocupéis por eso - dijo Dios - yo os voy a dar , no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.-
- ¡Sería fantástico! ¿pero cómo es posible? - dijeron a la vez los tres Reyes con cara de sorpresa y admiración.
- Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben de querer mucho a los niños ?- preguntó Dios.
- Sí claro, eso es fundamental - asistieron los tres Reyes.
- Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?-
- Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje - respondieron cada vez más entusiasmados los tres.
- Pues decidme, queridos Reyes, ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?
- Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando cuando la voz de nuevo se volvió a oír:
- Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen.
También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Belén, recordaran que gracias a los Tres Reyes Magos todos son mas felices.
- Cuando el padre de Cristina hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:
- Ahora sí que lo entiendo todo papá. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado.
- Y corriendo se dirigió a su cuarto regresando con su hucha en la mano mientras decía:
- No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero.
- Y todos se abrazaron mientras a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.
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domingo, 3 de enero de 2010

Mi hijo me dijo que tenía que cambiar mi comportamiento en el Chelsea‏


«Mi hijo me dijo que tenía que cambiar mi comportamiento en el Chelsea»
«Le dije a mi hijo que nunca hiciera lo que yo hice».
Autor: Jorge Ranninger, L.C. | Fuente: www.buenas-noticias.org


Didier Drogba no pasa desapercibido en el mundo del fútbol y de la sociedad inglesa. Actualmente visto como uno de los delanteros punta con más “instinto asesino” en el área contraria.

Este ávido y habilísimo delantero central del equipo de fútbol inglés, Chelsea, ha hecho con sus goles que su equipo ocupe el primero lugar de dicha liga, por delante del Manchester United. Por otro lado, sus controvertidas reacciones, con algunos tintes de comportamientos descontrolados durante ciertos partidos, han marcado su fama. No menos llamativa es su actividad en favor de los menos favorecidos: es el primer promotor de la construcción de un hospital en Abidjan, capital de Costa de Marfil, país natal del Didier.

Este es el perfil de Didier, originario de Costa de Marfil, 31 años, capitán de su selección de fútbol y padre entre otros del pequeño Isaac, de ocho años de edad.

El 7 de noviembre en una entrevista que Didier concedió, abrió su corazón después de lo ocurrido en junio pasado en la semifinal de la Champions League contra el FC Barcelona. Éste último se alzaría finalmente con la copa de campeón de Europa.

En ese partido el Chelsea quedó eliminado de la Champions League gracias a un gol en el último minuto de Andrés Iniesta, jugador del Barcelona. Durante el enfrentamiento hubieron varias jugadas controvertidas en el área del Barcelona, pero en ninguna de ellas el árbitro, Tom Henning Ovrebo, marcó alguna infracción. Ya en los últimos minutos del partido y una vez terminado, varios jugadores del Chelsea acosaron fuertemente al árbitro, increpándole con violencia, entre ellos Didier.

«Este árbitro estaba comprado. Yo no sé si es un árbitro o un ladrón. No hay palabras para describir a la persona que arbitró hoy en el campo. La manera en que arbitró el partido no fue la manera más correcta. No debería de volver a arbitrar».

Éstas acusaciones de Drogba tuvieron fuerte impacto en los medios de comunicación. Posteriormente el jugador fue sancionado con tres partidos de castigo.

Isaac Drogba, hijo de ocho años de Didier, jugador de las categorías inferiores del Chelsea, es el fan número uno de su padre. El día del partido contra el Barcelona, estaba con sus amigos del colegio viendo el encuentro.

«Al final del partido mi hijo Isaac quedó muy avergonzado de mi comportamiento en el campo de fútbol. Lo mejor es que Isaac vino conmigo y me dijo: “Papá, no está bien lo que has hecho. Te deberían de haber pitado algunas faltas a favor, pero no está bien lo que le has hecho al árbitro”».

«Le dije a mi hijo que nunca hiciera lo que yo hice».

«Normalmente no me importa lo que gente piense de mí, pero en esta ocasión era realmente importante pedir disculpas, especialmente porque muchos niños estaban viendo el partido».

«Después del partido contra el Barcelona la situación se hizo difícil para mí. Cometí un error, pero estaba frustrado porque veía que la gente no había entendido porque había reaccionado. Pedí perdón y todo, pero también quería mostrar que no soy aquel tipo de personas piensan que soy. No soy una mala persona. Busco ganar y a veces reacciono. La pasión me arrastra. Es parte de mi forma de ser y que tengo que mejorar. Todos somos seres humanos».

Parece una historia con un final feliz. Y lo es. Pero todas las historias siempre tienen dos caras.

Por un lado te deja un pequeño sabor amargo, porque hay muchos jóvenes que endiosan a sus ídolos y todo lo que hacen se convierte en código de conducta para ellos. ¡Qué gran responsabilidad para los grandes deportistas tener en cuenta esto! Por otro lado surge inmediatamente una sensación de satisfacción porque vemos que a pesar de estar rodeado de fama y gloria, personas como Drogba se dan cuenta de sus propios errores y saben pedir disculpas.

Pero el detalle que marca la diferencia es que hay hijos como Isaac que no tienen endiosados a sus ídolos, aunque sea su propio padre. Se dan cuenta que también ellos pueden cometer errores, y estos no hay que imitarlos. Sigue leyendo

viernes, 1 de enero de 2010

GRACIAS SEÑOR



Que pasa Banda!!!... pues si... ya se termino el 2009 y llega un nuevo año, el 2010.. ahhhh... en serio??? se diran algunos... en serio que el Tavares es bien inteligente jejejeje... pero asi es banda... se va un gran año en nuestras vidas... bueno... al menos para mi asi lo fue.. no se para ustedes si lo fue o no, pero saben creo que asi es... por que si estan leyendo esto... es por que tienen vida, salud y sobre todo mucho paciencia para leer lo que escribe el Tavares jejejeje..... y como les decia, se nos fue un gran año.. un año en el que para mi me dejo muchas experiencias en mi vida, se fueron algunas personas de mi vida algunas por que el Señor las mando llamar, otras porque nuestros caminos se separaron, este año 2009 entonces se ha terminado con todo... con sus risas, alegrias, tristezas, depresiones, lagrimas, con algunos proyectos que se terminaron algunos que seguiran pendientes para el 2010, muchos amigos nuevos, nuevas vidas que nacieron, algunas otras como ya lo mencione que ya se adelantaron a la vida eterna, y asi con tantas experiencias buenas y otras que no fueron como esperabamos, se no va otro año y llegamos al inicio de uno nuevo que igual tendra todo lo que el 2009, tendra mas experiencias, mas alegrias, mas exitos, igualmente, tristezas, decepciones, corajes y muchas cosas mas y de igual forma dentro de un año estaremos diciendo los mismo que se ha ido con todo esto... pero saben banda... la vida me ha enseñado que solo Dios prevalece en nuestras vidas, el no pasa, ni lo dejamos atras, el siempre esta con toda la banda, y siempre nos da lo mejor y se banda que este año 2010 nos dara tantas cosas y todas son buenas... y es por eso que quiero compartir esta reflexion que dice todo de lo que quiero darle gracias a Dios y sobre todo lo que quiero que me de para este año que comenzamos... y les doy gracias a todos ustedes por permitirme compartir estos correos y espero poder compartir muchos mas este año... gracias banda... mis amigos...

cuidense mucho y traten de ser felices...

su amigo

JF Tavares

PD. Solo Dios basta...



GRACIAS SEÑOR

Por todo cuanto me diste en el año que termina, gracias por los días de sol y los nublados tristes, por las tardes tranquilas y las noches oscuras.

Gracias por la salud y por la enfermedad, por las penas y las alegrías.

Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste.

Gracias Señor, por la sonrisa amable y por la mano amiga, por el amor y por todo lo hermoso y por todo lo dulce, por las flores y las estrellas, por la existencia de los niños y de las almas buenas.

Gracias por la soledad, por el trabajo, por las inquietudes, por las dificultades y las lágrimas.

Por todo lo que me acercó a Ti.

Gracias por haberme conservado la vida, y por haberme dado techo, abrigo y sustento

Gracias, Señor, porque naciste, viviste y moriste por nosotros, pero gracias especialmente, Señor, por las enseñanzas inolvidables que nos dejó tu paso por la tierra, por la humildad que nos mostraste al elegir el lugar de tu nacimiento, por el amor ilimitado en que está basada tu doctrina, por la ternura que representa tu madre, la virgen María, por la generosidad con que compartiste con nosotros el reino de tu Padre, por la entrega total que nos hiciste a través de la Eucaristía, por el sacrificio de una muerte cruel, que aceptaste por nosotros, por la promesa feliz contenida en tu resurrección.

Pero gracias, especialmente, Señor, porque te conozco y te amo. Gracias por haber nacido una helada noche de diciembre, en la más humilde de las condiciones, sólo para traernos una luz de verdad, que no habrá de apagarse nunca, en tanto haya una sola alma que evoque el mensaje de los Ángeles a los pastores la noche de tu nacimiento.

Gracias Señor, por mis brazos perfectos, cuando hay tantos mutilados, por mis ojos sanos, cuando hay tantos sin luz, por mi voz que canta, cuando hay otras que enmudecen, por mis manos que trabajan, cuando tantas mendigan, por tener un hogar donde regresar, cuando hay tantos que no tienen a donde ir, por sonreír, cuando hay tantos que lloran, por amar, cuando hay tantos que odian, por soñar, cuando hay tantos que se revuelven en pesadillas, por vivir, cuando hay tantos que perecen antes de nacer, y sobre todo, Señor, por tener poco que pedirte y tanto que agradecerte, porque me has dado HOY lo necesario para vivir.

Gracias Señor.
Gracias Señor.

Señor. ¿Qué me traerá el año que empieza?

Lo que Tu quieras Señor, pero te pido fe para mirarte en todo, esperanza para no desfallecer, y caridad para amarte cada día más, y para hacerte amar entre los que me rodean.

Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad, dame Señor, lo que tu sabes que me conviene y yo no sé pedir.

Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas, y que me halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Voluntad.

Derrama Señor, tus gracias sobre todos los que amo y concede tu paz al mundo entero.

Así sea
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